domingo, 14 de marzo de 2010

Ensayo Sobre una obre leída de E. Cioran y un texto crítico de su obra

Yo no creo en Dios y no por eso dejo de ser religioso.

Por. Camila Camacho.

“Yo no creo en Dios y no por eso dejo de ser religioso”, dijo Cioran en un escrito en Entretiens. Me costó mucho trabajo entender esta frase, que tuve la oportunidad de leer en una biografía en alguna página de internet sobre Emile Cioran. A partir de esta primera impresión sobre el Cioran religioso, fue que surgió uno de los interrogantes más grandes sobre este autor anti-patriótico.

No sintiendo la suficiente empatía con respecto a la escritura de lo que él auto-denomina filósofo-literato a causa de plantear una imagen apática, pesimista, desesperada, retadora y de algún modo, satírica y mediocre sobre todo el mundo y la humanidad que nos rodea, he logrado encontrar una incógnita que me cause el suficiente interés para leer sobre éste autor: sus creencias religiosas.

Cioran fue un hombre nacido en Rumania en 1911. Hijo de padres cristianos ortodoxos, vivió la mayor parte de su infancia en el único verdadero paraíso en toda su existencia. Estudió en Alemania literatura y después ingresó a estudiar literatura y filosofía en París. Toda su vida fue un hombre de grandes capacidades intelectuales, pero con una gran e imborrable visión de pesimista y extremista. Escribió aproximadamente 10 libros durante toda su vida, donde los primeros cinco fueron escritos en Rumano y desde el libro “Breviario de una Pobredumbre” (1949) adopta el francés como idioma oficial de sus escritos. Hasta los 17 años fue ateo empedernido y justo antes de morirse, fue practicante de la religión budista.


*No encuentro el documento completo.
Creo que debo volver a escribirlo Andrés.
Mañana por la noche estará publicado.

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